La amnesia disociativa es un tipo de trastorno disociativo que hace referencia a la imposibilidad de recordar datos o momentos muy importantes de nuestra propia vida. Es la pérdida de memoria originada por un acontecimiento traumático o estresante, que produce una incapacidad para recordar información personal importante. En psicología se llama amnesia psicógena, amnesia disociativa o amnesia funcional.
Solo es necesario un episodio de amnesia para poder diagnosticarla, aunque pueden aparecer más. Los trastornos disociativos engloban una serie de alteraciones psicológicas que implican una desconexión o ruptura en los procesos de memoria, identidad, percepción y/o conciencia. Es decir, implican una falta de continuidad en alguno, o entre algunos, de estos aspectos o procesos de la persona. No se trata de que se olvidan cosas simplemente porque ha pasado mucho tiempo, si no de que se olvidan eventos relevantes que deberían ser fáciles de recordar.
Para poder realizar el diagnóstico, esta alteración que se produce en la capacidad de recordar, no se da de forma exclusiva dentro de otro trastorno mental, como por ejemplo un trastorno de identidad disociativo, fugas disociativas, trastorno por estrés postraumático, trastorno de somatización, etc. Además, la amnesia tampoco se produce por los efectos directos de una sustancia psicoactiva (droga) o de un fármaco, ni se explica por una enfermedad médica o neurológica.
La amnesia disociativa puede provocar mucha angustia a la persona que la sufre, tanto por la dificultad de acceder a ciertos recuerdos como por el malestar que puede causar si los recupera.
¿Qué tipos de amnesia disociativa existen?
La amnesia disociativa puede ser de cinco tipos: localizada, selectiva, generalizada, sistematizada y continua.
Con la amnesia localizada, lo que la persona olvida, puede ser una época o etapa concreta de su vida, que con frecuencia está vinculada a una época desagradable o traumática.
La amnesia selectiva se diferencia de la amnesia localizada porque en este tipo de amnesia la persona pierde recuerdos de una época concreta, pero no los pierde todos, ya que sí puede acceder o recordar algunos momentos de ese periodo.
La amnesia sistematizada se caracteriza por una pérdida de memoria en relación a personas o áreas concretas de la vida de la persona.
En el caso de la amnesia generalizada, la persona que sufre olvida por completo los acontecimientos de su pasado.
Causas de la amnesia disociativa
Generalmente los trastornos disociativos se originan como reacción a una situación extremadamente estresante o traumática; surgen como un mecanismo de defensa para la persona, para “protegerla” de recuerdos demasiado traumáticos o difíciles de procesar. Sin embargo, este mecanismo de defensa es desadaptativo.
Se trata de respuestas reactivas y disfuncionales a las situaciones externas, y llevadas al extremo. Así, cuando dichas respuestas se convierten en trastornos, lógicamente pasan a ser respuestas desadaptativas.
De esta forma, la amnesia disociativa suele producirse por situaciones altamente traumáticas que la persona vive y que es incapaz de procesar de forma funcional. Estas experiencias traumáticas o estresantes se pueden sufrir directamente o se pueden simplemente presenciar.
Aunque la prevalencia no es muy alta, existen poblaciones específicas o situaciones concretas en las que la amnesia disociativa es habitual. Por ejemplo, en soldados que han sido testigos de la guerra, personas que hayan padecido abusos sexuales en la infancia, violencia doméstica, desastres naturales o actos terroristas.
Síntomas y peculiaridades de la amnesia disociativa
La pérdida de memoria puede ser parcial o total. A continuación, se nombran los principales síntomas de la amnesia disociativa:
- La persona no recuerda eventos concretos.
- La persona olvida la propia identidad o la historia de su vida.
- Gran malestar o disfunción de las áreas importantes de funcionamiento.
Puede que la amnesia no aparezca inmediatamente después de un acontecimiento traumático o estresante. Pueden pasar horas, días o más tiempo hasta que aparece.
Poco después de acontecer esta pérdida de memoria, algunas personas pueden manifestar confusión. Algunas personas están muy angustiadas. Otras se muestran extrañamente indiferentes.
La mayoría de las personas con amnesia disociativa tienen una o más lagunas en su memoria. Estas lagunas o incapacidad para recordar acontecimientos de la vida abarcan por lo general desde unos pocos minutos a horas o días, pero también pueden abarcar periodos de años, décadas o incluso toda la vida. La mayoría de las personas no son conscientes de que tienen lagunas en la memoria, o solo son conscientes de ello en parte. Solo adquieren consciencia de ello pasado un tiempo, cuando los recuerdos reaparecen o cuando son confrontadas con la evidencia de cosas que han hecho pero que no logran recordar.
Las personas afectadas tienen dificultades para establecer y mantener relaciones.
Algunas personas experimentan imágenes retrospectivas, como ocurre en el trastorno por estrés postraumático. Es decir, reviven los acontecimientos como si estuvieran sucediendo realmente y no son conscientes de su historia personal posterior, por ejemplo, que sobrevivieron al trauma. Las imágenes retrospectivas pueden alternar con amnesia de lo que sucedió durante la imagen retrospectiva. Algunas personas con amnesia disociativa desarrollan trastorno por estrés postraumático después, sobre todo cuando se dan cuenta de los acontecimientos traumáticos o estresantes que desencadenaron su amnesia.
Algunas personas también pueden presentar síntomas generales, como fatiga, debilidad o problemas de sueño. La depresión y las conductas suicidas y otras conductas autodestructivas como el abuso de sustancias y el comportamiento sexual imprudente suelen ser frecuentes. El riesgo de comportamientos suicidas puede aumentar cuando la amnesia remite de forma repentina y la persona se siente agobiada por los recuerdos traumáticos.
En raras ocasiones, las personas con una forma extrema de amnesia disociativa se marchan repentinamente de su casa durante un período de tiempo. Durante este tiempo, no consiguen recordar parte o la totalidad de su pasado, incluyendo quiénes son. Estos episodios se denominan fugas disociativas.
Tratamiento de la amnesia disociativa
Las disociaciones pueden ser también entendidas como procesos frecuentes en las personas, por ejemplo, en momentos en las que realizan acciones sin mucha conciencia, como ir camino a casa y no recordar parte o todo el viaje debido a que su mente estaba en otras cosas. En estos casos no hablamos de trastorno ni de amnesia disociativa, ni será necesario un tratamiento.
En casos de amnesia disociativa hay varias cuestiones a contemplar. Primero de todo es si esa persona desea o tiene necesidad de recuperar esos recuerdos. Muchas veces la gente prefiere no reconectar con esas experiencias traumáticas para que vuelvan a su memoria. Lo que la mente olvidó lo hizo por algún motivo y no debemos forzar a la persona a que lo evoque, porque puede convertirse en un rechazo para acudir a terapia.
Otra cuestión es que durante un proceso terapéutico se desbloqueen experiencias traumáticas. El propio tratamiento irá en dirección de reducir los malestares y problemas que hayan aparecido en consecuencia de dichas experiencias.
La psicoterapia para el tratamiento de la amnesia disociativa ayuda a las personas a hacer lo siguiente:
- Comprender el acontecimiento traumático o los conflictos que han causado el trastorno.
- Buscar la manera de solucionarlo.
- Evitar un futuro trauma, si es posible.
- Regresar al funcionamiento normal y cotidiano de la vida de la persona.
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