En mayor o menor medida todos nos podemos sentir nerviosos en determinadas situaciones sociales. Hablar en público, mantener una conversación con personas desconocidas etc… son algunas situaciones que pueden generar cierto grado de ansiedad. Los niños/as al igual que los adultos, pueden sentirse nerviosos en las interacciones sociales. En muchas ocasiones, consideramos que son niños/as tímidos o inseguros, ya que, hasta cierto punto, puede ser normal que un niño/a se sienta incomodo, por ejemplo, cuando tiene que hablar con un adulto o con una persona desconocida. Sin embargo, cuando la ansiedad se vuelve tan desproporcionada que intentan evitar las interacciones sociales, dejaríamos de estar hablando de un niño/a tímido o introvertido y podríamos encontrarnos ante un caso de ansiedad social en niños
¿Qué es el trastorno de ansiedad social?
El trastorno de ansiedad social, también conocido como fobia social, se caracteriza por un miedo o ansiedad desproporcionado ante determinadas interacciones sociales. La persona que padece ansiedad social, tiene miedo a actuar de cierta forma y mostrar síntomas de ansiedad, y que por ello sea valorado de una manera negativa. Un ejemplo de estas situaciones sociales puede ser hablar en público, mantener una conversación, hablar con personas desconocidas, comer en un restaurante mientras otras personas te observan etc…
La edad de inicio de este trastorno está comprendida entre los 8 y los 15 años, aunque también puede aparecer en la primera infancia. En ocasiones su aparición se relaciona con niños/as muy tímidos en su infancia o con dificultades para relacionarse.
En el caso de los niños/as, la ansiedad social no solo se produce ante las interacciones con personas adultas, sino que también pueden sufrir ansiedad ante niños/as de su misma edad.
¿Cómo se manifiesta el trastorno de ansiedad social?
La sintomatología principal que causa el trastorno de ansiedad social es el miedo o la ansiedad desproporcionada ante las interacciones sociales que causan el malestar. En el caso de los niños/as, el miedo o la ansiedad puede manifestarse a través de llanto, rabietas, quedarse paralizados, encogerse o una incapacidad para hablar en determinadas situaciones sociales.
Ante el miedo o la ansiedad, la reacción común tanto de niños/as como de adultos es el de evitar las situaciones sociales que causan malestar. Esta situación, puede conllevar un deterioro significativo en otras áreas de su vida como en el ámbito social, académico, laboral, familiar etc…
¿Cuándo es necesario pedir ayuda?
Sufrir de ansiedad social conlleva un gran sufrimiento para la persona que lo padece, ya que puede llegar a ser muy incapacitante. En los casos más graves, la ansiedad o el miedo que producen determinadas interacciones sociales, puede conllevar al aislamiento de la persona. Además, como consecuencia la persona que padece de ansiedad social, puede desarrollar otro tipo de trastornos como depresión.
Por ello es importante, que, si observas que a tu hijo/a le causan ansiedad o le generan algún tipo de malestar ciertas situaciones sociales busques ayuda especializada.
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