«Tenía que haberle dicho que no”, “Si le hubiera dicho que no desde el principio, ahora no estaría así”, “Con lo fácil que hubiera sido, si le hubiera dicho que no”…. y es que decir que no, parece sencillo, pero es una acción que le cuesta realizar a muchas personas, y como resultado provoca que muchas veces, nos veamos inmersos en actividades, planes etc… que realmente no nos apetecían o no queríamos realizar. En este artículo, te explicamos diferentes técnicas que puedes utilizar para aprender a decir no.

¿Por qué me cuesta decir no?

 

Como ya hemos comentado anteriormente no siempre resulta sencillo decir no, ya que pueden aflorar nuestros miedos, inseguridades, falta de autoestima etc… además también estará condicionado por nuestro estilo de comportamiento o incluso aspectos culturales.

Aprender a decir NOSi tendemos a dar mas importancia a los derechos de los demás y dejamos en un segundo plano los nuestros, estaremos manteniendo un estilo de comportamiento pasivo. En este estilo de comportamiento, nos será más fácil aceptar aquello que nos digan o nos pidan, sin tener en cuenta nuestros deseos o necesidades.

El estilo de comportamiento esta muy relacionado con la ideología cultural, ya que, en muchas ocasiones, las personas que mantienen una actitud pasiva en las relaciones sociales, consideran que decir que no, puede ser considerado de poco educados o incluso crueles.

Otra razón, que puede esconderse detrás de nuestra dificultad para decir que no, es el miedo al rechazo, a la soledad. Es uno de los miedos más habituales. El pensar que por decir que no, van a pensar algo “malo” de nosotros, vamos a ser diferentes o nos van a rechazar.

En otras ocasiones, una experiencia negativa pasada o no contar con los recursos o habilidades necesarias para hacerlo, también puede estar influenciando nuestra incapacidad para decir no.

¿Qué efectos psicológicos puede producir él no se capaz de poner límites?

 

Las personas que no son capaces de defender sus derechos, tomar sus decisiones o dar sus opiniones suelen sentirse indefensos y con la sensación de que no controlan sus vidas, ya que son los demás lo que acaban manejando o dirigiendo sus acciones, sus gustos etc…. Ya que, en muchas ocasiones, tienen la percepción de que no son ellos mismos/as en las relaciones interpersonales.

Como consecuencia, la falta de autoestima, inseguridad, miedos, ansiedad…. Suelen ser algunos de los síntomas más frecuentes que suelen presentar.

Aprender a decir no

 

Aprender a decir no, significa aprender a poner limites y aprender que a veces, tienes que priorizarte. Se trata, por tanto, de una habilidad y como otras habilidades se pueden entrenar y adquirir:

Establece tus límites.Lo primero es realizar un ejercicio de autoconocimiento, intentando conocer tus necesidades, límites y deseos. Es decir, intentando establecer que estas dispuesto a permitir o aceptar y que no.

Practica la visualización.Si te cuesta dar una negativa, puedes practicar visualizándote en la situación en concreto y pensando que vas a decir, cómo lo vas a decir etc… para sentirte más seguro/a puedes incluso hacerte un pequeño guion. Existen también, diferentes técnicas de comunicación que te pueden ayudar a decir no de una forma adecuada:

  • Técnica del destape: Esta técnica consiste en expresar primero como te sientes y posteriormente dar un menaje positivo.
    • Ejemplo: Siento que no hayas contado conmigo para preparar la excursión, la próxima vez estaré encantada/o de colaborar.
  • Técnica del Sandwich: En esta técnica comenzamos expresando un mensaje positivo, para posteriormente introducir un mensaje negativo, finalizando con algo positivo.
    • Ejemplo: Entiendo lo que me estas pidiendo, pero me has avisado con muy poco tiempo de antelación y en estos momentos no puedo ayudarte, si la próxima vez me avisas con más antelación estaré encantada/o de ayudarte.
  • La técnica del boomerang: Esta última técnica consiste en escuchar, asumir tu posible error o equivocación y expresarte.
    • Ejemplo: Entiendo tu malestar y disculpa si en algún momento te has sentido ofendida/o, pero creo que estas malinterpretando mis palabras.

Libérate de tus miedos. Como ya hemos comentado, el miedo al rechazo, a las críticas es uno de los miedos que subyacen a la dificultad para dar una negativa. Por ello, es importante que no te centres en las opiniones de lo demás y no te dejes guiar por tus miedos, que en la mayoría de las ocasiones nada tienen que ver con la realidad.

Valora tu esfuerzo y mantente firme: Es importante que una vez que hayas dicho que no, mantengas tu negativa en el tiempo, y no te sientas presionado a cambiar de opinión por lo que puedan pensar o por comentarios negativos. De la misma forma, es necesario que seas capaz de valorar tu esfuerzo.

Recuerda que decir no sin sentirnos culpables, forma parte de los derechos asertivos básicos que tenemos cada uno de nosotros/as. De la misma forma, tienes derecho a cambiar de opinión o cambiar tu forma de actuar, expresar tus propios sentimientos y tener tus propias necesidades y que estas sean tan importantes como las de los demás. Hay que aprender que no podemos gustar a todo el mundo, ni dirigir nuestra conducta, forma de pensar etc… a agradar a los demás, por miedo a los comentarios o a lo que puedan pensar de nosotros/as. Con quien tenemos que estar a gusto es con nosotros/as mismos, sin dar tanta importancia a lo que opinen los demás.

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