Como hemos comentado en anteriores artículos, todas las emociones son necesarias incluidas las emociones negativas como la ira o la tristeza. La ira, como la alegría o la tristeza, es una emoción básica y adaptativa y por tanto tiene su función. Normalmente sentimos ira en situaciones de conflicto, es decir, cuando percibimos un agravio o agresión, cuando nos sentimos heridos o cuando advertimos que no vamos a conseguir nuestras metas. En estos casos, la ira nos prepara para defendernos de agresiones o situaciones que consideramos injustas.
La mayoría de los adultos consiguen gestionar y expresar de una forma adecuada la ira. Sin embargo, para los más pequeños, resulta complicado ya que carecen de las reglas sociales y del autocontrol que los adultos han ido adquiriendo. Por tanto, es importante educarles en las emociones, es decir, potenciar el desarrollo de las competencias emocionales que les permitan adquirir las herramientas necesarias para un manejo adecuado de sus emociones.
La ira, es una emoción que esta muy presente entre los 2 y 5 años, ya que es habitual que los niños/as manifiesten rabietas cuando no consiguen lo que quieren, también es un medio para buscar atención o poner a prueba los límites. Por ello, es importante que, ante estas situaciones, los padres mantengan la calma y no pierdan el control.
Consejos y técnicas para manejar el enfado de los niños
Mantener la calma: Aunque resulte muy complicado, es importante no gritar y mantener la calma ante la rabieta o pataleta de los mas pequeños, ya que los padres tienen que ser un modelo adecuado. Si quieres que un niño/a aprenda a controlarse es importante que vea que los adultos también son capaces de mantener el control.
Enseñarles a identificar las emociones: Cuando la rabieta o el enfado termine, es necesario hablar con tranquilidad con el niño/a sobre lo que ha pasado, como se ha sentido y como ha actuado.
Una vez que haya identificado sus emociones, será importante explicarle que su reacción no ha sido la adecuada, y enseñarle otras formas más constructivas de expresar su enfado como por ejemplo; dibujar o dar golpes a la almohada en lugar de golpear la puerta.
Técnicas de autocontrol: Existen diferentes técnicas de autocontrol que pueden ayudar a los mas pequeños a regular su conducta. Dos técnicas muy conocidas son la técnica del volcán y la técnica del semáforo. La finalidad de ambas técnicas es la misma, ayudar a los niños/as a controlar su impulsividad y su conducta.
- Técnica del volcán: Esta técnica utiliza el símil del volcán para que el niño/a tome conciencia de lo que siente cuando va a “explotar”. Lo primero es dibujar un volcán y hacerle ver que cuando se enfada, porque no consigue algo, porque le castigan etc… es un volcán a punto de entrar en erupción que arrasa con todo lo que hay a su alrededor. Posteriormente, se intenta que verbalice las cosas que le enfadan y se escriben en la base del volcán y lo que pasa cuando se enfada en la parte superior del volcán. Después, se dibuja una línea en mitad del volcán para que sea consciente que en esa línea hay que parar, porque si no el volcán explota. A veces, los niños/as no son conscientes de cuando están a punto de estallar, en estas ocasiones será el adulto el que se lo tiene que indicar. Por último, hay que enseñarle estrategias alternativas para que no estalle, como pintar, contar hasta 10, salir de la habitación, técnicas de relajación, etc…
- Técnica del semáforo: Con esta técnica se utiliza el símil del semáforo para intentar que los/as niños/as controlen sus emociones. Lo primero es hablar de lo que siente en su cuerpo cuando se enfada. Posteriormente se dibuja un semáforo, que se dejara en algún lugar de la casa y se le explica su funcionamiento. En este caso, la luz roja indica al niño/a que tiene que parar su conducta porque no esta controlando su ira. La luz amarilla indica que tiene que pensar en lo que ha hecho y como se ha sentido. La luz verde será la que indica que tiene que actuar, buscar una solución sin mostrar un comportamiento agresivo. Los padres podrán mostrar las luces al niño/a y le servirá para controlar sus emociones y conducta.
Técnicas de respiración: Con los ejercicios de respiración se consigue que los niños/as controlen sus emociones y tomen conciencia de su cuerpo. Existen diferentes técnicas de respiración que se pueden utilizar. Una de ellas es la técnica del globo.
Como si fuera un juego se le dice al niño/a que se va a convertir en un globo y se tiene que inflar y desinflar. Para ello debe coger el aire por la nariz e inflarse como un globo, sintiendo como su tripa se hincha y luego tiene que exhalar el aire por la boca lentamente, notando como su tripa se vuelve plana.
Practicar deporte. El ejercicio físico puede ayudar a los niños/as a soltar la ira contenida, además de aportar números beneficios para su bienestar psicológico y emocional.
Normalmente, a medida que se van haciendo mayores, los/as niños/as poco a poco van aprendiendo a autocontrolarse y por tanto sus conductas se van volviendo mas adaptativas. Sin embargo, en algunas ocasiones, y a pesar de actuar de una forma adecuada, hay niños/as que presentan problemas de autocontrol. Es cuando se hace necesario acudir a un profesional, por si existiera algún otro factor que pudiera estar afectando al menor.
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