Cuando comenzamos una relación nos dejamos llevar por esa sensación placentera e intensa que provoca el enamoramiento.
Lo más característico de esta fase es la idealización de la otra persona y las ganas de estar cerca de ella, por lo que a veces, durante ese transcurso, la venda que llevamos en los ojos, impide ver de forma clara la relación tal y como es.
Sin embargo, cuando pasados unos meses, y la relación se va volviendo más estable, es cuando realmente podemos identificar las señales que indican si se trata de una relación sana o no.
Pero, ¿a qué señales nos referimos?
Te propongo hacerte las siguientes cuestiones acerca de tu relación para descubrirlo:
- ¿Qué nivel de confianza tienes con tu pareja? ¿Eres honesto/a? Cuando existe un clima de confianza entre ambos, las dificultades que pueden surgir son más fáciles de resolver, porque se pueden hablar con mayor naturalidad y sinceridad.
- ¿Cómo es la comunicación con tu pareja? Si se trata de una comunicación abierta, en la que se de paso a aclarar los desacuerdos y a expresar con total libertad los sentimientos, sin herir al otro, estamos hablando de una adecuada comunicación.
- ¿Existe equilibrio e igualdad de derechos en la relación? Si no es así la relación se convierte en sometimiento y se establece una relación controladora y abusiva. Esto provoca que ambas partes se vean perjudicadas y acaben siendo infelices.
- ¿Os tenéis respeto mutuo? Cuando el respeto es una de las bases de la relación nos sentimos apoyados, queridos, cuidados y comprendidos. De ahí la importancia de esta premisa en cualquier relación.
- ¿Además de disfrutar juntos, disponéis de un espacio para cada uno? Esto es muy importante en una relación. Saber compaginar el tiempo dedicado a tu pareja, con el tiempo al que dedicas a otras parcelas de tu vida, sin tener que prescindir de ninguno de los dos aspectos, es primordial para que una relación funcione.
Como conclusión, recuerda que una relación sana se basa en la libertad, en el respeto y en el diálogo. En definitiva, te recomiendo que si has leído este artículo y has percibido cualquiera de estas señales de alerta, te cuestiones o replantees tu situación, y si lo ves necesario, solicites ayuda profesional. Piensa que si algo no va bien al respecto, tu relación se verá en peligro y te perjudicarás a ti mismo y a tu pareja y será de suma importancia reaccionar a tiempo.
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