¿Cuántas veces te has planteado si estás siendo una buena madre o un buen padre para tus hijos? ¿Por qué a veces las relaciones entre los miembros de la familia se deterioran? ¿Qué hay de la pérdida de confianza entre los miembros de una misma familia?
Estas y otras preguntas, son las que se plantean muchas de las familias que acuden en alguna ocasión a asesoramiento psicológico, con la finalidad de resolver su conflicto intrafamiliar.
Seguramente, que en innumerables ocasiones, habrás oído hablar que la falta de comunicación entre los miembros de una misma familia, es la principal causante de esta fatalidad. Además, los problemas personales de cada integrante, también tienden a repercutir, y generar mayor tensión dentro del clima familiar. Por lo tanto, es necesario resolver y aprender a manejar, tanto los conflictos personales como los que afectan al núcleo familiar.
Sumado a esto, sabemos que los roces frecuentes son los que generan gran tensión y dificultan la comprensión. Además, este malestar continuo, desencadena una falta de confianza entre los miembros de la familia, que luego es difícil de recuperar. Por ello, es necesario restablecer la confianza cuanto antes, a través de un diálogo sincero, en el que se expresen los desacuerdos con naturalidad, y con el que se permita pactar un acuerdo entre las partes implicadas en el conflicto.
Sin embargo, a menudo, aunque sepamos la existencia del problema y tengamos las directrices idóneas para resolverlo, se necesita la labor de un psicólogo, que como profesional y experto, hará que encaucemos la situación de forma eficaz y duradera.
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