Todos los seres humanos en algún momento de nuestras vidas hemos sentido ansiedad, ya que se trata de una emoción básica que tiene una función adaptativa. La ansiedad aparece como respuesta a una amenaza futura, por lo que se trata de una emoción saludable siempre y cuando se mantenga en unos niveles normales. Sin embargo, se convierte en un problema cuando su intensidad, duración y frecuencia resultan excesivas. A pesar de lo que se pudiera pensar, los niños/as y/o adolescentes también presentan ansiedad. La ansiedad en niños/as es un problema cada vez más frecuente que con una intervención adecuada puede tener solución.
¿Por qué tiene mi hijo/a ansiedad?
Esta es una pregunta que muchas madres y padres se hacen y no existe una respuesta clara. Existen ciertos factores genéticos, psicológicos y ambientales entre otros, que pueden influir en su aparición.
Los estudios establecen que niños/as con antecedentes familiares de ansiedad tienen mayor probabilidad de sufrirla.
Por otro lado, características propias del propio niño/a también pueden influir en su aparición, es decir, los rasgos de personalidad, la autoestima o las herramientas o recursos con las que cuenten también pueden influir.
Por último, situaciones traumáticas y/o acontecimientos vitales o el estilo educativo de los padres también se relacionan con su aparición.
¿Cómo puedo saber si mi hijo/a tiene ansiedad?
Como ya hemos comentado anteriormente, la ansiedad es una emoción adaptativa y, por tanto, todos y todas en algún momento de nuestras vidas hemos tenido ansiedad. Sólo cuando la intensidad, frecuencia y duración es persistente y acaba por afectar algún área de nuestra vida ya sea a nivel social, laboral, académico etc. estaríamos hablando de ansiedad patológica.
Existen algunos síntomas de alerta a los que como padre o madre puedes estar atento como son:
- Presentar dolencias como: dolor de tripa, de cabeza, nauseas etc…
- Pérdida del apetito o comer en exceso.
- Presencias de tics
- Hiperactividad o inquietud en las actividades diarias
- Dificultad para concentrarse
- Irritabilidad
- Tensión muscular
- Problemas para dormir
- Cambios a nivel emocional: llanto, rabietas etc..
¿Cuándo debo buscar ayuda de un profesional?
Cuando los síntomas de ansiedad que tiene tu hijo/a se empiezan a intensificar y comienzan a afectarle a su vida diaria, es conveniente buscar la ayuda de un profesional.
A nivel general, la intervención psicológica con niños/as no es muy diferente a la de los adultos. Consiste en detectar y modificar los pensamientos limitantes que presentan, y que le están generando respuestas inadecuadas e intentar sustituirlos por otros más adaptativos. Una técnica muy eficaz para lograr este objetivo es el uso de las autoinstrucciones.
Será importante también, reducir las sensaciones de ansiedad a través del entrenamiento en diferentes técnicas de relajación como pueden ser; la relajación progresiva de Jacobson o la de Koeppen.
El uso de otras técnicas como la exposición en vivo o en imaginación, se usarán para exponer al niño/a poco a poco a sus miedos.
Por último, también será importante trabajar con la familia y darles las pautas necesarias para poder ayudar a sus hijos/as.
En definitiva, lo que se intenta a través de la terapia psicológica, es enseñarles a los más pequeños, las herramientas necesarias para que aprendan a gestionar su ansiedad de una forma adecuada.
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