La dislexia es un trastorno especifico del aprendizaje que asociamos habitualmente a niños/as en edad escolar. Es en esta etapa, cuando se evidencian los problemas en la adquisición de la lecto- escritura y por tanto se suele diagnosticar. Sin embargo, es cada vez más frecuente, encontrarnos a personas en edad adulta que nos consultan por este tipo de dificultades, y es que, la dislexia en adultos también existe.
La dislexia forma parte de los trastornos del neurodesarrollo ya que se inician durante el periodo de desarrollo de un individuo. Se relaciona principalmente con dificultades en la adquisición de la lectura, pero también se producen errores relacionados con la escritura. Por ello, las personas que presentan dislexia suelen mostrar dificultades para: reconocer palabras de una forma precisa o fluida, suelen tener dificultades para deletrear, de comprensión lectora, poca capacidad ortográfica etc.…. Aunque la dislexia no tiene “cura”, es fundamental la realización de una evaluación y una intervención temprana para que las dificultades no se agraven con el paso del tiempo.
Síntomas de la dilexia en adultos
Sin embargo, existen personas en la edad adulta que no han sido diagnosticadas de dislexia, a pesar de haber presentado dificultades con la lecto- escritura en la etapa escolar. Algunos de los síntomas de la dislexia en adultos son:
- Dificultad en la precisión y/o fluidez en la lectura
- Dificultad en la comprensión de textos.
- Dificultades de memoria: recordar datos o nombres
- Dificultades para aprender idiomas
- Dificultades con las matemáticas
- Problemas de organización
- Errores ortográficos
- Errores en la escritura: omisiones, uniones, inversiones, sustituciones etc…
A esta sintomatología propia de la lecto- escritura, hay que añadir sintomatología de tipo emocional, como baja autoestima e inseguridad. Esto se debe, a que en la mayoría de casos, estos adultos no diagnosticados tienen un mal recuerdo de su etapa escolar, ya sea, porque han sufrido problemas sociales con sus compañeros, debido a que han tenido que soportar burlas por las dificultades que mostraban o problemas de rendimiento escolar, ya que normalmente eran niños/as a los que les costaba aprobar. Toda esta situación, acaba por generar un sentimiento de inseguridad, que en muchas ocasiones da como resultando que lleguen a cuestionarse su propia inteligencia y que acaba por afectar a su estado de ánimo y niveles de ansiedad.
Diagnóstico y tratamiento de la dislexia en adultos
El proceso de evaluación que se lleva acabo para diagnosticar un trastorno específico del aprendizaje en adultos es muy similar al que se realiza en la edad infantil. Primero se realiza una entrevista personal con el objetivo de recoger información sobre su desarrollo personal, académico, profesional, clínico etc… y posteriormente se complementa esta información con distintas pruebas psicodiagnósticas.
Como en el caso de los niños/as, es indispensable valorar las capacidades intelectuales para poder realizar un diagnóstico de dislexia. En el caso de los adultos, además, se cuenta con la problemática de que no existen una gran variedad de pruebas específicas para valorar la lecto- escritura en esta etapa de la vida, por lo que la entrevista personal, cobra una gran importancia, donde la historia documentada de las dificultades de aprendizaje podría sustituir a la evaluación estandarizada.
Tras el diagnostico, llega la hora de la intervención, que será muy similar a la que se realiza en niños/as. Trabajando a través de distintas actividades los aspectos relacionados con la lectura y escritura como; la velocidad y precisión lectora, expresión oral, comprensión lectora, conciencia fonológica, expresión escrita, errores ortográficos, atención etc… Sin olvidar otros aspectos que han podido verse afectados como la autoestima.
Si después de leer este artículo, te has sentido identificado/a o consideras que necesitas intervención especializada para tratar las dificultades que presentas, te recomiendo que pidas asesoramiento y te pongas en manos de un buen profesional.
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