En los últimos años, han aumentado los casos de padres y madres que acuden a nuestra consulta agotados por la situación de conflicto constante en la que viven con sus hijos/as. La mayoría, acuden a consulta frustrados y cansados porque la situación familiar es cada vez más insoportable, donde el enfado y el conflicto se ha convertido en la forma habitual de relacionarse. Muchos de estos padres y madres, acuden con la misma demanda: “ya no sabemos qué hacer, no obedece, no sigue las normas, él/ella es el que manda, siempre se sale con la suya, mi hijo/a es el rey de la casa”.
A los niños/as que muestran este tipo de conductas desafiantes u hostiles se les suele llamar “niños tiranos” o que tienen “síndrome del niño emperador”. Independientemente del nombre que se utilice para denominar este tipo de conductas, hablamos de un patrón disfuncional de comportamiento donde la sintomatología principal suele ser que:
- Presentan una baja tolerancia a la frustración.
- Suelen ser egocéntricos, se centran en ellos/as mismos/as.
- Tienen pocos recursos para solucionar problemas.
- Presentan una baja empatia.
- No tienen autocontrol por lo que presentan dificultades para regular sus emociones.
- Presentan dificultades para seguir las normas o las figuras de autoridad. Por lo que tienen conflictos con sus padres, profesores y compañeros/as.
- Suelen presentar una baja autoestima.
- Tienden a culpabilizar a los demás de sus errores. No se responsabilizan de sus actos.
- Suelen mostrarse vengativos y susceptibles.
Las causas de este tipo de comportamiento parece que se debe principalmente a aspectos psicosociales, aunque algunas investigaciones se han centrado en estudiar las posibles causas genéticas, aspecto sobre el que todavía no existe un consenso.
Lo que parece estar más claro, es que aspectos relacionados con el estilo educativo y con la influencia de la sociedad actual, parecen ser factores claves en el desarrollo de este tipo de comportamientos o síndrome.
¿Qué puedo hacer si mi hijo/a presenta este comportamiento?
Es importante establecer reglas y límites. Hemos evolucionado de un modelo educativo autoritario, lleno de normas, de órdenes del “porque yo lo digo” a un modelo muy permisivo, donde todo se debate. Y es que no hay que confundir autoritarismo con autoridad.
Los padres y madres tienen que ser la figura de autoridad, son los que tienen que establecer reglas y límites claros, de una forma adecuada y teniendo claro las necesidades educativas y evolutivas de sus hijos/as. Es decir, no se pueden establecer las mismas reglas para un niño/a de 6 años que para uno de 14. Si no se establecen estos límites de pequeños, si se les deja hacer, será muy complicado establecer unos límites cuando sean más mayores.
Por otra parte, vivimos en una sociedad consumista donde parece que todo vale. Donde se fomenta el ocio, la diversión, donde todo tiene que ser “ahora”, donde tener muchos seguidores es lo más importante, y donde se gana dinero de una forma rápida y fácil y ¿Qué hay de las responsabilidades, del esfuerzo? Es importante que los niños/as en función de su edad, tengan pequeñas responsabilidades, pequeñas obligaciones. Esto les hará sentirse útiles, valiosos y estaremos fomentando su autonomía.
Es importante que aprendan que tienen que esperar, que no todo lo tienen que conseguir ahora. Los niños tienen que frustrarse, porque de esta manera aprenderán a regular esa frustración. Si, por el contrario, les damos todo o les permitimos todo, les estaremos haciendo un flaco favor, ya que no les estaremos dando las herramientas adecuadas para que se enfrenten a la vida, y no serán capaces de regular esas emociones, tendrán más dificultades para afrontar las diferentes situaciones de la vida y no contarán con las herramientas necesarias para solucionar problemas.
Si quieres más información sobre consejos prácticos para mejorar el comportamiento de tus hijos/as, te recomiendo que leas estos artículos que hemos publicado recientemente:
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La importancia de trabajar las emociones con los niñ@s
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