Estamos en época veraniega y muchas personas habrán comenzado con las ansiadas vacaciones. Todos necesitamos esa recompensa después de un largo y duro año de trabajo sin descanso. Pero a veces, esa situación tan deseada, puede provocar cierto nivel de estrés y puede aparecer lo que denominamos síndrome vacacional o coloquialmente llamado el síndrome de la hamaca.

El síndrome de la hamaca o vacacional es un trastorno provocado, nada más y nada menos, que por la dificultad de adaptarnos a la sosegada vida de las vacaciones. Para algún@s, supone un costoso desafío el dejar de lado, por unos instantes, la rutina diaria y las preocupaciones habituales. Hay personas que no saben cómo frenar ese ritmo frenético y agobiante, y se ven envueltos en una situación que puede desencadenar problemas serios de salud.

Principales síntomas

síndrome de la hamacaEstá claro que pasar de una agenda tan apretada, bien por motivos laborales y/o por demandas infantiles y familiares, a una jornada completamente vacía, puede suponer un gran shock para much@s. Esa falta de adaptación, suele ser la precedente de síntomas como:

                        • Irritabilidad
                        • Desorientación
                        • Ansiedad
                        • Insomnio
                        • Dolores de cabeza
                        • Sentimientos de insatisfacción
                        • Sensación de vacío
                        • Tristeza constante

Además, esto no solo confirma que presentas síndrome de la hamaca o vacacional, también puede ser el primer síntoma de un desajuste mayor: la adicción al trabajo, y suele manifestarse en personas altamente competitivas.

¿Qué debemos tener en cuenta para prevenirlo?

¡Toma nota!,  Si sigues estos consejos disfrutarás de tus vacaciones al máximo y de un modo más saludable. Además, también evitarás caer en esa sensación tan frustrante de insatisfacción:

  • Reparte tus vacaciones en períodos cortos, no más de 15 días. Así te costará menos adaptarte.
  • Deja uno o dos días para amoldarte a los cambios, tanto antes de irte de vacaciones como a la hora de volver a incorporarte al trabajo.
  • Intenta centrarte en los planes de ocio y descanso, y evita tener presentes ciertos estímulos que te hagan pensar en tu vida laboral o rutina diaria.
  • Deja de lado los horarios rígidos. Estás de vacaciones, se más flexible. Haz lo que te apetezca realmente hacer.
  • Olvídate de los aparatos electrónicos y descansa tu mente.
  • Termina todas las tareas que tengas pendientes antes de marcharte para poder descansar definitivamente.

¿Cómo abordamos la vuelta al trabajo y a nuestras rutinas? ¿Qué hay del síndrome postvacacional?

Al igual que el síndrome vacacional también existe el síndrome postvacacional, ya que adaptarse a las rutinas diarias cuando uno vuelve de las vacaciones o reincorporarse de nuevo al trabajo, también puede resultar costoso. Sin embargo, también hay consejos que se pueden llevar a cabo para que esto resulte más llevadero. Si eres de l@s que les cuesta más la vuelta a la normalidad que la desconexión de la rutina, sigue al pie de la letra las siguientes recomendaciones:

– Es importante que regreses unos días antes al lugar de residencia habitual. Apurar los días de vacaciones hasta el último día puede ser muy apetecible pero, también podría hacer más complicado el regreso al mundo laboral.

– Normaliza tu horario de manera progresiva. Cuando estamos de vacaciones uno de los mayores placeres es poder dormir más o acostarnos más tarde. Volver al trabajo implica cumplir horarios. Por ello, es aconsejable que lo regules unos días antes de volver a tus rutinas.

– Planifícate objetivos realistas. Sobrecargarte a la vuelta del trabajo planificando un montón de proyectos de golpe es muy ambicioso, te causaría sensación de descontrol y te provocaría ansiedad. 

– Aprovecha y disfruta cualquier momento libre que tengas. Los pequeños placeres pueden ser de gran ayuda para hacer más amena la vuelta al entorno laboral. Un buen plan, para hacer más progresiva la reincorporación, podría ser quedar el primer día con l@s compañer@s de trabajo y charlar sobre las vacaciones que acabáis de disfrutar.

Si te has sentido identificad@ con algunos de los síntomas mencionados anteriormente, no dudes en seguir nuestros consejos. Y si piensas que se trata de un problema más grave, como puede ser la adicción al trabajo, no dudes en consultarlo y ponerte en manos de un buen profesional.

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