Las prisas del día a día, el ritmo precipitado y frenético que llevamos, las obligaciones y auto exigencias, la mala gestión del tiempo, etc… todos estos factores, si no somos capaces de gestionarlos de forma adecuada, pueden ser los responsables de la tan mencionada y temida ansiedad. Este es el principal motivo por el que nos hemos decidido a escribir este artículo, ya que se ha convertido en uno de los principales motivos de consulta a nivel psicológico. Por esta razón queremos ayudarte y enseñarte  técnicas eficaces para combatir la ansiedad.

Pero, qué es la ansiedad exactamente?

5 Técnicas eficaces para controlar la ansiedadLa ansiedad es un mecanismo defensivo, es un sistema de alerta ante situaciones consideradas amenazantes. Se trata de un mecanismo normal, adaptativo y universal cuya función es movilizar al organismo, mantenerlo alerta y dispuesto para intervenir frente a los riesgos y amenazas y que nos ayuda a tomar las medidas convenientes: huir, atacar, neutralizar, afrontar o adaptarse.

La ansiedad en sí, por lo tanto, es un mecanismo adaptativo y necesario, es buena, funcional y no conlleva ningún problema de salud. Pero,… ¿Qué sucede cuando interpretamos un hecho no peligroso como una verdadera amenaza? La ansiedad en vez de ayudarnos nos incapacita y es cuando se produce un trastorno de ansiedad. Es entonces, cuando debemos aprender a gestionarla con la ayuda de un experto.

Síntomas de la ansiedad

Los síntomas de la ansiedad son diferentes de las sensaciones que experimentamos cuando estamos nerviosos porque son desproporcionados y no se ajustan a la intensidad del estímulo que los provoca. Se trata de reacciones que escapan al control de la persona y que tienen un carácter recurrente, llegando a provocar un gran malestar e interfiriendo negativamente en sus distintas áreas de vida (laboral, social, familiar, ocio, etc…)

La persona puede experimentar síntomas somáticos o físicos como: mareos o sensación de inestabilidad, sudoración excesiva, palpitaciones, sensación de ahogo, temblores, rigidez o debilidad muscular, insomnio, náuseas, molestias digestivas, rigidez muscular, hormigueo, cansancio y dolor de cabeza tensional.

También pueden aparecer síntomas cognitivos o psicológicos como: ideas obsesivas, pensamientos negativos o catastróficos, problemas de memoria o dificultades para concentrarse.

Los síntomas conductuales que pueden presentarse son: hiperactividad motora, bloqueos, impulsividad, deseo de escapar o huir de ciertas situaciones, estado de alerta permanente y dificultad para permanecer tranquil@ en el mismo lugar.

Si presentas alguno o varios de estos síntomas de forma recurrente, quizá sería conveniente consultar a nivel psicológico. De esta manera, el/la psicólogo/a te entrenará de forma resolutiva, para adquirir técnicas eficaces para combatir la ansiedad.

¿Qué nos puede resultar útil para combatir la ansiedad?

Bien, una vez que ya conoces si se trata de ansiedad o no, y has reconocido cuáles son los síntomas que presentas, vamos a intentar gestionarlos de forma adecuada. Para ello te invito a que sigas estos consejos:

  1. Entrénate en técnicas de relajación. Con ellas se reduce la activación fisiológica y se reduce la tensión muscular. Es conveniente hacerlo todos los días para que resulte efectivo. Si se entrenan estas habilidades, los problemas empiezan poco a poco a resolverse. Existen diferentes técnicas, por ejemplo: la relajación muscular progresiva, la respiración, la imaginación, etc…
  2. Focaliza tu atención en lo positivo. Aprende a relajarte y a no centrar tu atención todo el rato en el problema. Si no dejas de pensar en lo que te preocupa, el problema seguirá persistiendo, así que te recomiendo que desvíes tu atención y te fuerces a ocupar tu mente en algo más positivo y agradable.
  3. Utiliza auto-instrucciones o frases positivas. No le des valor a los pensamientos anticipatorios y catastrofistas. Deja de dar vueltas a las preocupaciones y sustituye tus pensamientos ansiógenos por otros alternativos, positivos y más realistas.
  4. Emplea la risa y el humor. La risa y el humor son incompatibles con el miedo, la ansiedad y la angustia. El humor te ayudará a relativizar las situaciones, y en consecuencia, te ayudará a aligerar la interpretación dramática de los acontecimientos, lo que te permitirá gestionar mejor la ansiedad.
  5. Acepta la emoción. Habla con tu ansiedad y dile cual es su sitio. La ansiedad puede aparecer por sorpresa, pero tú también puedes controlarla cuando aparece. Una cosa es sentir ansiedad y otra es dejarle entrar hasta la cocina, ¿verdad? Te pongo un ejemplo: Imagina que tienes un examen importante o una entrevista de trabajo y tu ansiedad aparece sin sobreaviso. Bien, pues te propongo lo siguiente: habla con tu ansiedad y dile que ya sabes que está ahí, pero que ahora no puedes atenderla, porque hay asuntos más importantes a los que prestar atención. Dile que tienes un examen o una entrevista de trabajo a los que acudir, y antes quieres distraerte y despejar tu mente para poder concentrarte mejor después. Verás como la pones a raya y consigues restarle importancia y combatirla.

Por último, nos gustaría comentarte que si aún sigues teniendo dificultad para ganarle la batalla a tu ansiedad, a pesar de seguir estos consejos, nos consultes sin dudarlo. Sabemos que a veces, aunque se tenga empeño en superar el problema, cuesta hacerlo sin tener el respaldo de la habilidad de un experto.

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